Las propiedades medicinales de la saponaria son numerosas, pero es también una planta tóxica que no debe tomarse por vía oral sin consultar las dosis recomendadas para cada paciente y cada dolencia a un médico naturalista.
No obstante, la saponaria se he empleado desde muy antiguo en tratamientos externos como forma de aprovechar los beneficios de la saponaria con total seguridad.
Para tratar problemas de eccema o de prurito de la piel, se debe limpiar la zona afectada con una decocción de 40 gramos de raíz de saponaria en un litro de agua, en lugar de emplear jabones convencionales. Con esto se asegura una higiene más respetuosa con la piel dañada.
Si esto no fuera suficiente para acabar con las molestias, tras el lavado de la zona puede procederse a aplicar una cataplasma realizada con un puñado de hojas frescas de saponaria, bien lavadas, escurridas y machacadas, aplicadas con un paño de algodón y dejándolo actuar unos 15 minutos. Se repetirá la operación dos veces al día.
El líquido obtenido tal y como se explica en el tratamiento natural anterior puede sustituir al tónico facial en la higiene diaria de las pieles grasas o con tendencia a las impurezas. Al no contener conservantes, es necesario repetir la operación y hacer un tónico nuevo cada dos días.
Con las hojas de saponaria se pueden preparar jabones y champúes suaves con las pieles delicadas. En caso de cabello castigado, puede preparase un champú casero con dos cucharadas de hojas de saponaria troceadas, dos cucharadas de aceite de coco o de almendras dulces, una yema de huevo y tres tazas de agua.
Para ello se realiza un cocimiento de unos diez minutos de las hojas de saponaria, a continuación se retira el preparado del fuego y se deja reposar unas cuantas horas (lo ideal es prepararlo por la noche y dejarlo macerar hasta la mañana). Una vez hecho esto se filtra y al líquido se le añade al aceite de coco tibio, o el aceite de almendras dulces, y a continuación la yema de huevo, removiendo con cuidado. También se puede añadir, si se desea, una cucharada de aguardiente a la mezcla, justo en el momento final, aunque si el cabello se encuentra muy reseco es mejor no hacerlo.
Con este preparado de saponaria para el cabello se debe masajear constantemente durante al menos 5 minutos tanto el cabello como el cuero cabelludo, antes de aclarar con abundante agua.