Las sibilancias en los seres humanos son los ruidos o silbidos que se producen cuando el aire pasa a través de conductos respiratorios e indican afecciones en este nivel, para las cuales los remedios caseros brindan un gran alivio.
Fortalecer los pulmones y prevenir enfermedades respiratorias ayudará a mantener nuestra salud general en buenas condiciones. Estos alimentos favorecen a este propósito.
El Marrubio es muy usado en la fitoterapia, sus propiedades ofrecen beneficios para despejar las vías respiratorias, además es digestivo, estimulante de los hígados perezosos, adelgazante y mucho más.
El laurel es más que un condimento para los guisos, es una verdadera planta medicinal con muchos beneficios. Pero también puede ocasionar problemas si se abusa de ella.
La malva es una planta perenne con atractivas flores de color rosa intenso y como se encuentra muy diseminada, sus propiedades curativas para múltiples enfermedades pueden ser aprovechadas en casi todas las regiones geográficas.
La combinación de jengibre y miel, en medicina natural ha sido utilizada por milenios, y ahora se han confirmado sus efectos medicinales sobre enfermedades respiratorias y problemas digestivos.
Además de las alternativas comerciales para bajar la fiebre existe la opción de realizar un tratamiento natural con remedios caseros que hacen uso de las propiedades medicinales de los alimentos y no producen efectos secundarios.
La Neumonía es una enfermedad grave que afecta los pulmones y dificulta la respiración. Es necesario recurrir a un tratamiento médico inmediato, el cual puede complementarse perfectamente con el accionar de la medicina natural y sus remedios caseros y naturales.
Para aliviar la congestión y dejar de andar con la nariz tapada podemos aplicar alguno de estos remedios caseros totalmente naturales que hacen uso de las propiedades medicinales de plantas y hierbas para despejar los senos nasales y el pecho.
El serpol o tomillo sanjuanero es una planta labiada, emparentada con el tomillo, con quien comparte numerosas propiedades medicinales, ya conocidas y aprovechadas unos 2000 años antes de Cristo.